Es crucial que las herramientas de participación para el diseño y gestión de nuestras ciudades consideren a todas las personas, incluidas aquellas con discapacidad. Solo así podemos garantizar entornos urbanos accesibles, equitativos y realmente representativos de la diversidad de quienes los habitan. Es, en definitiva, una oportunidad para crear ciudades más inclusivas, sostenibles y funcionales para todos. ¡La voz de cada ciudadano importa!
La flor de la proximidad es una herramienta de participación ciudadana útil, pero que, como tantas otras, debe actualizarse y adaptarse a las personas con discapacidad para que éstas puedan integrarse también en los procesos participativos de la ciudad de proximidad. Desde el proyecto UNIQUE junto a la Asociación PUEDO hemos estado dando pasos hacia este objetivo, desarrollando una nueva versión de la flor de la proximidad más accesible, ágil y transversal. A través de sesiones de Focus Group y gracias a nuestros científicos ciudadanos, hemos introducido cambios que mejoran la legibilidad y comprensión de la flor de la proximidad.
¿Quieres conocer más acerca de los cambios? Echa un vistazo a los posts de los diferentes aspectos necesarios para conseguir la Flor de la Proximidad Accesible:

